El Steeldrum es un instrumento que cuenta con una historia muy peculiar e interesante, sus antecedentes datan del siglo XIX en Trinidad y Tobago. Hablar del Steeldrum es hablar del Calipso como manifestación cultural, manifestación que fue traída a estas antillas caribeñas desde el continente africano por los esclavos.
Steeldrum significa literalmente tambor metálico, y son llamados por sus intérpretes en el archipiélago de Trinidad y Tobago pans que significa cazuela o cacerola. Este instrumento nace como la adaptación a las limitaciones político-sociales y los materiales disponibles. La manifestación cultural traída de África más resaltante que esta ligada al instrumento fue el carnaval y, fue en estas celebraciones donde el calipso vio luz junto con el Steeldrum.
A finales del siglo XIX se comenzaron a utilizar tambores de bambú en los carnavales, pero en realidad fue a finales de la década de los 30 y más definidamente en la de los años 40 del siglo pasado cuando se comenzó a utilizar seriamente bidones metálicos como tambores, mismos años en los que el género del calipso y las Steelbands empezaron un romance folclórico fructífero que se prolonga hasta nuestros días.
El calipso y toda esta carga cultural llegan a Venezuela por las costas orientales, gracias a la vecindad que estas tienen con la isla de Trinidad, este ritmo se asentó principalmente en El Callao, Güiria y Tucupita, y con el tiempo se le sumaron otros instrumentos de estas zonas por el intercambio cultural.
Entre los años 1942-1943, Winston Simon logró realizar un tambor metálico de cuatro notas lo cual seria el comienzo de la transformación de este tambor de ritmo a uno melódico. Dicha transformación se basaba en crear tambores con más notas y registros, además de la utilización de metales más refinados en la fabricación del instrumento durante todo el siglo XX.
Para la década de los 50 se conformarían más de 70 Steelbands sólo en Trinidad. Simon creó junto con Elliot “Ellie” Mannette en 1951 la Trinidad All Percussion Steel Orchestra (TAPSO). Mannette está entre los panista elites que también contribuyeron en las primeras transformaciones que experimentó el instrumento en la década de los 40 junto a Simon.
Entre los años 1942-1943, Winston Simon logró realizar un tambor metálico de cuatro notas lo cual seria el comienzo de la transformación de este tambor de ritmo a uno melódico. Dicha transformación se basaba en crear tambores con más notas y registros, además de la utilización de metales más refinados en la fabricación del instrumento durante todo el siglo XX.
Para la década de los 50 se conformarían más de 70 Steelbands sólo en Trinidad. Simon creó junto con Elliot “Ellie” Mannette en 1951 la Trinidad All Percussion Steel Orchestra (TAPSO). Mannette está entre los panista elites que también contribuyeron en las primeras transformaciones que experimentó el instrumento en la década de los 40 junto a Simon.
En cuanto a la fabricación del instrumento, los bidones de gasolina proporcionaban a los panistas una superficie mayor y más gruesa para jugar con las afinaciones y obtener una resonancia más prolongada que otros recipientes. El cilindro luego se cortaba a diferentes longitudes, según la tesitura del instrumento. Para percutir se empezaron a usar unas baquetas de madera de unos 20 cm. de largo y 1 cm. de diámetro, forradas en un extremo con goma de neumáticos de bicicleta.
Hoy en día un pan tenor hecho de acero bien cromado cuesta un mínimo de 750 dólares, y los instrumentos para una orquesta completa podrían superar los 60.000 dólares.
El 13 de agosto de 1992, el primer ministro Patrick Manning declaró al pan instrumento musical nacional de Trinbago (Trinidad y Tobago). Actualmente su difusión es cada vez más universal, con bandas en países como USA, Suecia, Japón, China, Israel, Reino Unido, Canadá, Cuba, República Sudafricana o Suiza.
El 13 de agosto de 1992, el primer ministro Patrick Manning declaró al pan instrumento musical nacional de Trinbago (Trinidad y Tobago). Actualmente su difusión es cada vez más universal, con bandas en países como USA, Suecia, Japón, China, Israel, Reino Unido, Canadá, Cuba, República Sudafricana o Suiza.
A. Ayala, Escuela de Historia UCV
1 comentario:
Me parece importante escribir nuestras raices musicales o por lo menos las influencias del ritmo que mueve nuestra sangre...
;)
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