1 abr 2009

LAS VERDADES DE HERÓDOTO Y CLÍO

Quienes, como estudiantes, hayan transitado por la escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela, se han topado en algún momento con el best-seller antiguo del Padre de la Historia. Como algunos de los pasajes bíblicos, la obra de Heródoto se presta a diferentes interpretaciones. Recuerdo que cuando la discutimos en el aula de clases, cada uno de nosotros tenía una idea distinta de la obra y del autor. Lo que intentó hacer aquí es sólo plasmar la mía, que no deja de ser superficial, pero que luego de varias lecturas del libro primero, es la conclusión sucinta de lo que pienso de la obra y su autor.
Heródoto de Halicarnaso fue historiador y geógrafo, se dice que nació en la antigua ciudad de Halicarnaso, que si bien quedaba en Asia Menor, era una colonia griega. Vivió durante gran parte del siglo V a. C. Se le considera el Padre de la Historia, y legó a la humanidad uno de los escritos más fascinantes de la antigüedad: Los Nueve Libros de la Historia. No existen más escritos de Heródoto que hayan llegado hasta nuestros días. Sus Historias, como también se le conoce a su obra, apareció en el año 444 a. C. Cada uno de los nueve libros que componen la obra, lleva como título, el nombre de una musa griega: Clío, Euterpe, Talía, Melpóneme, Terpsícore, Erato, Polimnia, Urania, Calíope.
Después de leer el libro dedicado a la primera musa, creo que he podido extraer algunos datos que me permiten entender mejor la obra de Heródoto. Considero a Heródoto un humanista, porque en medio de una época donde lo mítico formaba parte de la mayoría de las mentalidades, valoró la participación del hombre en la determinación de su destino. Mucho se le critica por narrar hechos legendarios en su obra, pero, me parece, que la intensión de Heródoto no es la exposición de la verdad, sino, dejar testimonio de los sucesos que ocurrieron antes de su época, tal cual, él los investigó o se los transmitieron; probablemente no creía todo lo que su libro dice, pero lo dice todo.
Este antiguo historiador tiene un estilo de narrar que se asemeja a la poética, es una obra en prosa, porque la poesía tenía una fuerza para el conocimiento parecida a la que llegaría a tener más tarde la filosofía o la ciencia: época donde la poesía era el mejor medio para expresar el mundo; donde la poesía trágica y el teatro, colmaban los famosos foros griegos antiguos. Por tanto, ese debía ser el estilo más apropiado para Heródoto en la narración de su discurso; también para el gusto del lector en aquella época.
Creo que no tiene un método en la exposición; aún así, no deja de ser coherente en la narración. No hay un tema central, pero lo más destacado de su obra son las primeras disputas entre griegos y bárbaros hasta el final de las Guerras Médicas, por ello, Herodoto quiere llevar al lector, en Clío, a conocer los dos primeros grandes pueblos bárbaros del antiguo Asia Menor: lidios y persas. Pero, además, a través de esos dos grandes pueblos deja ver a dos grandes hombres: Creso de Lidia y Ciro de Persia; y la victoria de este último sobre aquel, que contribuyó aún más con la grandeza del pueblo persa.
En cuanto a su concepción de la historia, ésta era cíclica: los pueblos nacen, crecen y mueren, dando lugar, a su vez, a que el fenómeno se reproduzca en diferentes épocas y pueblos.
Me parece, que estos son puntos claves para entender, someramente, los Nueve Libros de la Historia, y que tomándolos en cuenta, harán que el lector amateur confiera el valor que merece la obra; de otro modo, sólo verá en Heródoto a un echador de cuentos, que podría parecer incluso un novelista, más que historiador.

FÉLIX OJEDA