EL PUEBLO DE CARACAS LE RINDE HOMENAJE,
POR LAS GRANDES ALAMEDAS DEL SOCIALISMO,
AL PUEBLO DE CHILE
A 34 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO CONTRA SALVADOR ALLENDE
Una fría mañana de septiembre, el Presidente Salvador Allende abordó su vehículo oficial que lo trasportaría al Palacio de La Moneda, sitio donde reside el Poder Ejecutivo en Chile. Las calles de Santiago, que amanecían aún con la modorra que el final del invierno deja, fueron testigos del paso de la caravana presidencial. Sin embargo, aquel día no sería como los demás; una conspiración encabezada por un grupo de militares traidores terminaría con el sueño de miles de chilenos, y con la vida del Presidente Allende.
En 1970 Allende resultó electo Presidente Constitucional de la República de Chile, en una reñida votación que concluyó con la proclamación por parte del congreso chileno, como primer mandatario de la nación austral. Una coalición de partidos políticos conocida como la Unidad Popular, conformada por los partidos Social-Demócrata, Socialista y Comunista, entre otros, sirvieron como base de sustentación electoral para su llegada al poder. Sin embargo, en el pueblo llano, estas diferencias ideológicas no se reflejaban y una sola voz colmaba sus gargantas: ¡Allende, Allende, El pueblo te defiende!
Salvador Allende fue el primer socialista que rompió con la cadena de derrotas que las oligarquías americanas atestaron a los partidos de izquierda. Por primera vez en la historia, y causando expectación en el mundo entero, un político socialista y marxista llegaba al gobierno a través del voto popular. A partir de ahí, el gobierno de Allende inició una experiencia difícil y única: llevar al país a transitar por una vía democrática hacia el socialismo. El Presidente Allende estaba convencido de que el Socialismo podía construirse sobre la base de las tradiciones democráticas y a esto apostó durante su estadía como Jefe de Estado.
La naturaleza Socialista de su programa de gobierno despertó una feroz oposición, tanto a lo interno del país como a nivel internacional. El imperialismo norteamericano (con su brazo ejecutor, la CIA) sumado a los grandes intereses de los capitales trasnacionales (encabezado por la ITT), decidieron utilizar todas las artimañas necesarias, con el objetivo final de derrocar al gobierno de la Unidad Popular.
Durante el año 1972, incitados por el gobierno norteamericano, algunos gremios (entre los que estaban los trasportistas) iniciaron un paro de actividades, golpeando estratégicamente a los miles y miles de trabajadores que le eran fieles al Presidente y al Socialismo. Esta situación produjo el desabastecimiento de ciertos artículos de primera necesidad y allanaron el terreno para que un grupo de militares fascistas y traidores dieran un sangriento Golpe de Estado.
El 11 de septiembre de 1973, cuando el Presidente Allende entró al Palacio de La Moneda se enteró de la noticia: la Marina estaba alzada contra el gobierno en Valparaiso. En el trascurso de la mañana, otras unidades, de otras fuerzas se sumaron a la conspiración y los acontecimientos llevaron a los militares traidores, con Pinochet como cabeza del movimiento, a solicitar la renuncia del Presidente. Allende respondió con un mensaje público transmitido por Radio Portales y Radio Magallanes: ...“No renunciaré y pagaré con mi vida la lealtad del pueblo chileno”.
A eso de las 11 de la mañana el Palacio de La Moneda sufrió el bombardeado inclemente de la Fuerza Aérea, produciendo la derrota de las fuerzas leales al gobierno. Salvador Allende cayó victima de una bala en la cabeza.
A 34 años de este hecho, en los albores del siglo XXI, el pueblo de Bolívar y Miranda recogen el testigo dejado por Allende y enarbolan las banderas del Socialismo. El gobierno revolucionario de la Alcaldía Metropolitana junto al pueblo de Caracas le rinden un sentido y profundo homenaje a la memoria de este incansable luchador por los derechos del pueblo y la construcción del Socialismo en América Latina.
Dirección de Investigaciones Históricas
y Archivo Metropolitano
POR LAS GRANDES ALAMEDAS DEL SOCIALISMO,
AL PUEBLO DE CHILE
A 34 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO CONTRA SALVADOR ALLENDE
Una fría mañana de septiembre, el Presidente Salvador Allende abordó su vehículo oficial que lo trasportaría al Palacio de La Moneda, sitio donde reside el Poder Ejecutivo en Chile. Las calles de Santiago, que amanecían aún con la modorra que el final del invierno deja, fueron testigos del paso de la caravana presidencial. Sin embargo, aquel día no sería como los demás; una conspiración encabezada por un grupo de militares traidores terminaría con el sueño de miles de chilenos, y con la vida del Presidente Allende.
En 1970 Allende resultó electo Presidente Constitucional de la República de Chile, en una reñida votación que concluyó con la proclamación por parte del congreso chileno, como primer mandatario de la nación austral. Una coalición de partidos políticos conocida como la Unidad Popular, conformada por los partidos Social-Demócrata, Socialista y Comunista, entre otros, sirvieron como base de sustentación electoral para su llegada al poder. Sin embargo, en el pueblo llano, estas diferencias ideológicas no se reflejaban y una sola voz colmaba sus gargantas: ¡Allende, Allende, El pueblo te defiende!
Salvador Allende fue el primer socialista que rompió con la cadena de derrotas que las oligarquías americanas atestaron a los partidos de izquierda. Por primera vez en la historia, y causando expectación en el mundo entero, un político socialista y marxista llegaba al gobierno a través del voto popular. A partir de ahí, el gobierno de Allende inició una experiencia difícil y única: llevar al país a transitar por una vía democrática hacia el socialismo. El Presidente Allende estaba convencido de que el Socialismo podía construirse sobre la base de las tradiciones democráticas y a esto apostó durante su estadía como Jefe de Estado.
La naturaleza Socialista de su programa de gobierno despertó una feroz oposición, tanto a lo interno del país como a nivel internacional. El imperialismo norteamericano (con su brazo ejecutor, la CIA) sumado a los grandes intereses de los capitales trasnacionales (encabezado por la ITT), decidieron utilizar todas las artimañas necesarias, con el objetivo final de derrocar al gobierno de la Unidad Popular.
Durante el año 1972, incitados por el gobierno norteamericano, algunos gremios (entre los que estaban los trasportistas) iniciaron un paro de actividades, golpeando estratégicamente a los miles y miles de trabajadores que le eran fieles al Presidente y al Socialismo. Esta situación produjo el desabastecimiento de ciertos artículos de primera necesidad y allanaron el terreno para que un grupo de militares fascistas y traidores dieran un sangriento Golpe de Estado.
El 11 de septiembre de 1973, cuando el Presidente Allende entró al Palacio de La Moneda se enteró de la noticia: la Marina estaba alzada contra el gobierno en Valparaiso. En el trascurso de la mañana, otras unidades, de otras fuerzas se sumaron a la conspiración y los acontecimientos llevaron a los militares traidores, con Pinochet como cabeza del movimiento, a solicitar la renuncia del Presidente. Allende respondió con un mensaje público transmitido por Radio Portales y Radio Magallanes: ...“No renunciaré y pagaré con mi vida la lealtad del pueblo chileno”.
A eso de las 11 de la mañana el Palacio de La Moneda sufrió el bombardeado inclemente de la Fuerza Aérea, produciendo la derrota de las fuerzas leales al gobierno. Salvador Allende cayó victima de una bala en la cabeza.
A 34 años de este hecho, en los albores del siglo XXI, el pueblo de Bolívar y Miranda recogen el testigo dejado por Allende y enarbolan las banderas del Socialismo. El gobierno revolucionario de la Alcaldía Metropolitana junto al pueblo de Caracas le rinden un sentido y profundo homenaje a la memoria de este incansable luchador por los derechos del pueblo y la construcción del Socialismo en América Latina.
Dirección de Investigaciones Históricas
y Archivo Metropolitano
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