2 mar 2009

23 DE ENERO DE 1958

OTRA GLORIOSA GESTA EN LA HISTORIA DE LA CARACAS INSURGENTE

Dice nuestro glorioso Himno Nacional… “Seguid el ejemplo que Caracas dio”…, se refiere al ejemplo de la causa emancipadora de aquella mañana lejana de Jueves Santo, un 19 de abril de 1810. Ese grito hoy nos hace Nación. El pueblo caraqueño, el que un día dijo el maestro José Antonio Calcaño era experto en “conspirar y derribar” a los poderes establecidos, demostró también el 23 de enero de 1958 que se lícita la insurrección, cuando ésta se realiza en contra de una autoridad ilegítima y criminal.

Estando aún caliente la silla presidencial de Miraflores, tras la presurosa huída del déspota, el pueblo de Caracas salió a las calles a repudiar la dictadura, a exigir la disolución del Congreso perezjimenista y la elección, mediante voto directo y universal, de una Asamblea Nacional Constituyente que le abriera cauce a una democracia efectiva: con partidos políticos populares, con reforma agraria, con sindicatos y prensa libre, sin caudillismo militares ni esbirros policiales. Una democracia con pleno ejercicio de la soberanía política y económica del país.

Sin embargo, los sucesivos gobiernos del bipartidismo que se alternaron el poder por 40 años, frustraron consecutivamente la posibilidad del desarrollo de un régimen democrático, engañando al pueblo en su legítima aspiración de libertad. La visa política del país ahora debía basarse en la “modalidad democrática puntofijista”, es decir clientelar y corrupta. Así, los sucesivos gobiernos manipularon al pueblo de la manera más vil y perversa, confiscando los anhelos de libertad, la justicia social y la soberanía popular.

30 años después, el pueblo de Caracas puso de nuevo a prueba su espíritu insurgente, y así, el 27 de febrero de 1989 decretó con su sangre el principio del fin del régimen puntofijista. Esa fue la rebeldía innata de la tierra de Bolívar, la misma que demostró el valeroso pueblo caraqueño en la gesta inmortal del 11, 12 y 13 de abril de 2002, respaldando con sus vidas al líder de la Revolución Bolivariana, el Comandante Chávez, rescatando la democracia revolucionaria del terror fascista que asaltó el poder y disolvió las instituciones democráticas.

Hoy, cuando se cumple un nuevo aniversario del 23 de enero, es nuestro deber como caraqueños rescatar la memoria de ese día, pues no se trata, como podrían pensar algunos, de una fecha para ser recordada sólo por los nostálgicos viudos y viudas del puntofijismo, sino de otra victoria del pueblo de Caracas, victoria secuestrada y vilipendiada por la oligarquía adeco-copeyana. Sin embargo, aún cuando fue sobre la base de ese triunfo popular que AD y COPEI edificaron su hegemonía bipartidista, el pueblo no olvidaría la traición.

Y a eso se debe, fundamentalmente, las continuas y contundentes derrotas sufridas por la oposición antidemocrática en los últimos ocho años. Es por eso que hoy, junto al pueblo, gritamos: NO VOLVERÁN

¡Gloria al Bravo Pueblo de Caracas!

DIRINVESTHIST

(Domingo, 4 de febrero de 2007)

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